l Estado tiene la obligación de proteger a las niñas, niños y adolescentes que han sido vulnerados en sus derechos, lo que significa que la intervención de las y los abogados representa solo una parte en las acciones de protección y restitución integral.
Una sola institución no es capaz de brindar todos los servicios necesarios para garantizar que niñas, niños y adolescentes puedan ejercer sus derechos, por lo que la PPNNA tiene la importante tarea de articular a las demás instituciones para que brinden los servicios que les corresponde de acuerdo a sus atribuciones.
La LGDNNA establece la obligación a las PPNNA para conformar un equipo multidisciplinario encargado de la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes para cada caso en particular. Este equipo determinará qué se necesita y ordenará que se ejecuten las medidas de protección y restitución de derechos de niñas, niños y adolescentes.
Debido a que las acciones del equipo multidisciplinario están enfocadas a garantizar el cumplimiento de los derechos de niñas, niños y adolescentes, la intervención de un abogado o abogada es indispensable. Sin embargo, la protección integral requiere de otras áreas de experiencia aparte de la legal, por lo que la participación del personal de psicología en el equipo multidisciplinario es fundamental.
Si bien, este binomio psicólogo/abogado es necesario en todos los casos en los que se conozca una vulneración de derechos de niñas, niños y adolescentes, en la comisión de ciberdelitos sexuales será aún más necesaria una mirada interdisciplinaria, por la complejidad en el litigio y en la protección y recuperación de la víctima.
La actuación de las y los abogados en la representación legal, tratándose particularmente de ciberdelitos sexuales, deberá ser especializada; es decir, contar con conocimientos específicos para tener la capacidad de exigir una investigación para delitos complejos y que se tomen las medidas adecuadas para evitar la revictimización de la niña, niño o adolescente durante el proceso de justicia.
La extrema vulnerabilidad de las víctimas exige la cercana orientación del personal de psicología para definir las necesidades de protección que se deben prever en la secuela de justicia y definir un Plan de Restitución de Derechos que considere las complejas afectaciones que generan este tipo de delitos.
El trabajo de las y los abogados en conjunto con el personal de psicología es de gran importancia para atender adecuadamente las necesidades jurídicas y psicológicas de la niña, niño o adolescente víctima de un ciberdelito sexual, lo que exige que ambos profesionales tengan conocimientos especializados sobre cómo proceder frente a este tipo de delitos. En particular se deben coordinar con respecto a:
- Determinar qué riesgos enfrenta la niña, niño o adolescente y como brindarle protección.
- Definir qué condiciones de protección son necesarias en cada interacción de la niña, niño o adolescente con la justicia.
- Garantizar que la niña, niño o adolescente sea informado de manera adecuada sobre el proceso de justicia y sobre toda acción o decisión que afecte su vida.
- Garantizar que la niña, niño o adolescente cuente con todos los servicios que necesita para la restitución de sus derechos.