l desarrollo psicosexual del ser humano se refiere a la etapa –desde el nacimiento hasta que se consolida la identidad en la adultez- en la que las personas aprenden a vincularse consigo y con los demás. La sexualidad es mucho más que lo genital.
En este sentido, los delitos que atentan contra el normal desarrollo psicosexual son todos los que de alguna manera “descarrilan” el desarrollo de vínculos adecuados en las niñas, niños y adolescentes. Por ejemplo, si una persona adulta en quien se confía, manipula, miente y seduce a la niña, niño o adolescente para que haga algo o ejerce violencia contra ella o él, afectará los vínculos que pueda construir con otras personas en el presente y futuro.
La violencia sufrida por las víctimas en delitos complejos como los que se analizan en este sitio, va mucho más allá de lo genital-sexual. El engaño y la manipulación que los victimarios ejercen contra sus víctimas afecta negativamente el modo en que comprenden el mundo y a sí mismos. La exposición a la pornografía “sobrecarga” la mente de la niña, niño o adolescente con información que aún no está preparada para asimilar, descarrilando también el modo en que establece vínculos y el modo en que comprende la sexualidad (propia y de los otros).