na persecución penal estratégica orientada a la identificación de fenómenos criminales recurrentes puede ser impulsada como parte de un proceso de investigación penal que no se limite al análisis aislado de un caso. De esta forma, es posible advertir algunos indicadores que plantearían que los hechos investigados no son únicos y podrían estar ocurriendo de manera recurrente.
Una manera para advertir algún indicio sobre este tipo de fenomenología podría ser advertido cuando de la propia investigación de hechos concretos aparecen algunos aspectos inexplicables y que podrían revelar la existencia de personas que tuvieron conocimiento de hechos y no actuaron; autoridades que pudieron haber intervenido y no lo hicieron, o bien, de los propios datos de prueba del expediente pueden deducirse aspectos contradictorios.
Otra forma de advertir la existencia de algún patrón de comportamiento delictivo puede ser reconocido a partir de una breve revisión sobre la ocurrencia de determinada conducta en un contexto determinado. Esto podría observarse en función de denuncias relacionadas con fenómenos similares, por personas con un mismo perfil de víctimas, etc. En muchos de estos aspectos resulta fundamental que quien investiga decida salir de lo estrecho que se presenta como la carpeta de investigación.
De esta manera, quien investiga delitos bajo este enfoque puede hacerse las siguientes preguntas:
a) ¿Se han presentado delitos similares en determinados lugares con víctimas que presentan un perfil definido o bajo un mismo “modus operandi”?
b) ¿Es posible obtener información que me permita observar un universo de casos respecto al cuál se puedan identificar semejanzas y diferencias?
c) ¿Es posible reconocer que ciertas personas han sido referidas como perpetradoras de otros delitos con una similitud importante, o bien, es posible reconocer sus principales vínculos como una posibilidad para advertir otros delitos?