as y los abogados que representan legalmente los derechos de niñas, niños y adolescentes tienen derecho a exigir de las autoridades investigaciones diligentes y efectivas basadas en una metodología adecuada para que se puedan alcanzar los objetivos que se propone. De esta manera, existen algunos componentes básicos que deben estar presentes en cualquier investigación que pueda ser calificada como diligente y orientada a dar resultados efectivos.
Entre esos elementos encontramos la existencia de un plan de investigación que incluya hipótesis (o líneas de investigación) para orientar una investigación hacia objetivos específicos y concretos. De la misma manera, el plan de investigación que se establezca para la indagar los hechos constitutivos de ciberdelitos sexuales y eventualmente que permitan justificar la posibilidad de enjuiciar a responsables debería prever una serie de diligencias, producción y recuperación de evidencia, así como necesidades específicas de conocimiento (que podrían consistir en la participación y consulta de expertos para el diseño y ejecución de la investigación o incluso la posibilidad de requerir elementos periciales).
Asimismo, el plan de investigación y sus elementos deben permitir una evaluación relativa al rumbo de la investigación o incluso sobre la pertinencia o no de impulsar y mantener determinadas acciones.
Las y los abogados de la PPNNA deben conocer los aspectos básicos que impone la investigación diligente y efectiva de los ciberdelitos sexuales con la finalidad de poder exigir a las autoridades el cumplimiento de los más altos estándares. A continuación se presentan algunos de los elementos que podrían exigirse a las autoridades como aspectos mínimos o esenciales que debe contener una investigación adecuada.
a) Plan de investigación
Un plan de investigación es una herramienta que integra y articula una serie de elementos. Identifica los objetivos que debe perseguir la investigación de un delito, las líneas lógicas de investigación que tales objetivos implican, el conjunto de conocimientos (disciplinas) que deben participar en el desarrollo de las hipótesis; el conjunto de evidencias que son pertinentes para su comprobación; así como aquellas acciones que resultan indispensables para acreditar o descartar una determinada hipótesis.
Un plan de investigación hace posible una acción pronta, estratégica e integral que puede incrementar los niveles de eficiencia de las investigaciones, evitar la pérdida de evidencia o datos relevantes, y realizar acciones que no contribuyan a la comprobación de las hipótesis plantadas. De esta manera se evita que las autoridades desarrollen acciones formales o burocráticas que de antemano están condenadas al fracaso. Asimismo, impide que las investigaciones sean construida como una serie de diligencias aisladas y sin objetivos específicos y evita incurrir en omisiones sobre información, evidencias y acciones inmediatas que puedan poner en riesgo una investigación.
b) Líneas lógicas de una investigación (hipótesis a comprobar)
Un plan de investigación debe establecer objetivos que la investigación se encuentra orientada a alcanzar. Para establecer los objetivos de una investigación resulta necesaria la construcción de hipótesis de trabajo (es decir, el establecimiento de inferencias sobre quiénes, por qué, cómo, llevaron a cabo un delito). Tales hipótesis de trabajo deben ser construidas sobre la base de la información disponible por parte de las autoridades, ya sea que se hubiese obtenido de diligencias de investigación preliminar, información proporcionada por la víctima, identificación de contextos, etc.).
Las líneas lógicas de una investigación deberían ser planteadas de la manera más amplia posible y deberían establecerse a partir de la mayor cantidad de información que se logre disponer. Las mismas no sólo deberían orientarse a la búsqueda de las causas inmediatas de una conducta, sino deberían intentar profundizar en causas que incluso puedan trascender un evento delictivo en particular.
La existencia de líneas lógicas de investigación constituye un importante indicador que permite evaluar la amplitud e imparcialidad de una investigación, permite a la víctima contar con información sobre el rumbo y propósitos de la misma de manera tal que pueda participar en su diseño y solicitar a la autoridad su corrección, ampliación o reforzamiento. Constituye una herramienta que facilita la comunicación entre las víctimas, sus intereses y las acciones de las autoridades. De esta manera, permite evitar posibles sesgos en la investigación misma, así como la pérdida del rumbo que podría ocasionar una demora injustificada en acciones necesarias para la efectividad de la misma. De igual manera, permite evitar la realización de acciones que afecten a las víctimas y que no contribuyan de manera directa al esclarecimiento de los hechos.
c) Campos disciplinarios que deberían incorporarse al diseño de una investigación.
Desgraciadamente, muchas investigaciones pueden fracasar debido a la limitación de los horizontes de conocimiento que tiene el derecho. Muchas veces, una investigación requiere que la determinación de las hipótesis de trabajo o los objetivos de la misma, sean construidos desde campos disciplinarios que son desconocidos por las autoridades que procuran justicia y que tienen a su cargo las investigaciones.
La participación de expertas y expertos en determinadas disciplinas no debe ser vista como una tarea auxiliar y secundaria al derecho, sino como parte esencial y central de una investigación. La complejidad de los ciberdelitos sexuales requiere que el proceso de planeación y diseño de las investigaciones puedan incorporar saberes en el plano informático, jurídico, psicológico, sociológico e incluso comunicacional. Por ello, una investigación podrá realizarse de manera más amplia e integral, y abarcar con mayor amplitud y precisión sus líneas de investigación en la medida que su diseño, ejecución y evaluación sean realizados a través de equipos interdisciplinarios que deben poder participar en todas las etapas de la investigación e incluso del enjuiciamiento.
La participación horizontal e interdisciplinaria en el diseño de la investigación evita que la definición de objetivos omita considerar aspectos metodológicos básicos que alguna disciplina científica podría corregir. Hace posible contar con un horizonte más amplio, así como con una visión más integral de los problemas que deberían analizarse al abordar un caso.
Una intervención interdisciplinaria contribuye a evitar que las investigaciones se construyan con sesgos que a la postre puedan condicionar la recuperación de evidencia, la pérdida de información y eventualmente que impidan el establecimiento de cargos a las y los presuntos responsables. De la misma manera, evita especulaciones poco sustentadas basadas en el desconocimiento de aspectos disciplinarios que resultan claves para una investigación.
d) Diligencias necesarias para comprobar las hipótesis de investigación.
La realización de las diligencias no debe ser vista como acciones espontáneas o de rutina, sino como acciones que tienen la finalidad de comprobar objetivos específicos. De esta manera, las diligencias tienen sentido en el contexto de la investigación y constituyen elementos fundamentales cuya razón de ser se relaciona con la comprobación o descarte de las líneas lógicas de investigación que previamente se han definido.
La realización de las diligencias debe permitir a las y los investigadores avanzar en la comprobación de las hipótesis de trabajo así como en la posibilidad de impulsar acciones o diligencias adicionales que se desprendan de los datos o información que se obtenga con las mismas. Las diligencias no deben ser entendidas como fines en si mismas, sino como medios para alcanzar los fines que la investigación se ha propuesto, así como herramientas adecuadas para avanzar en la profundización de las evidencias o indicios que se obtengan a través de ellas.
Una planeación de las diligencias de investigación permite mejorar la eficiencia de las acciones por parte de la autoridad, permite el desarrollo más articulado de las acciones investigativas y una exploración gradual que posibilite profundizar de manera más certera en los elementos que resultan cruciales para la comprobación de las hipótesis investigativas. De esta manera, evita la pérdida de tiempo, así como la incorporación de información que resulta impertinente o innecesaria para los fines que se persiguen en una investigación y que a la postre podrían constituirse como obstáculos analíticos de la misma.
e) Preservación y producción-recuperación de la evidencia.
La definición de las líneas lógicas de investigación también debe indicar y generar una idea del tipo de evidencia que resulta necesaria para comprobar una hipótesis de trabajo. A partir de la existencia de líneas lógicas de investigación debe profundizarse en el examen de la evidencia; no sólo de aquella que su hubiera podido recuperar de manera preliminar, sino incluso de aquella cuya recuperación requiera de acciones específicas por parte de la autoridad e incluso de los problemas y cuidado que deba tenerse para no contaminarla.
De esta manera, la evidencia constituye un medio de soporte que permitirá justificar con solidez una investigación que contribuya a consolidar o demostrar la plausibilidad de una determinada línea de investigación sobre otras hipótesis menos plausibles. En este sentido, la evidencia se pone al servicio de la solidez de una investigación y su preservación, producción (obtención en aquellos casos que no esté disponible) en función de las reglas del debido proceso legal
La recuperación de la evidencia a partir de las líneas lógicas de investigación permite a quien realiza las tareas investigativas identificar los aspectos centrales que se pretenden demostrar con determinada evidencia, permite a las y los investigadores concentrarse en el cuidado de aquellos aspectos que resultan centrales para una investigación y las condiciones de producción de la prueba para evitar su anulación. De esta manera, evita que las agencias investigadoras se concentren o desarrollen esfuerzos para la recuperación de evidencia que no resulte relevante para la comprobación de las hipótesis de una investigación y evita perder recursos humanos e institucionales que puedan colocarse en acciones que no reditúan en los fines de la propia investigación ni aportan elementos esenciales para la misma.
Las y los abogados que defienden niñas, niños y adolescentes deben asumir una posición de observación y exigencia de tales aspectos metodológicos básicos con la finalidad de orientar y asegurar los mayores estándares en una investigación. No se trata de que sustituyan a las autoridades, sino por el contrario, que coadyuven con ellas para exigirles condiciones indispensables para que su trabajo tenga mayores oportunidades de éxito.