l enganche de una víctima por quienes le captaron y explotaron es una dinámica psicológica compleja que requiere ser comprendida desde los siguientes ejes:
- La víctima no llegó a ser explotada “porque quiso”. Es víctima porque desde antes de ser captada, se encontraba en una situación de especial vulnerabilidad (pobreza, falta de alternativas, ausencia de vínculos familiares estables, etc.).
- Fue captada por medio de engaños. Por lo tanto, ella cree que quienes la captaron le ofrecieron una oportunidad y la cuidan.
- Los engaños probablemente incluyeron enamoramiento, promesas de vínculos de cariño y confianza, pedidos de ayuda para iniciar proyectos de pareja, etc. La víctima puede estar genuinamente enamorada de la persona que le captó y cree que lo que hace está bien porque apoya a su pareja.
- Las dinámicas de enganche y captación hacen que la víctima no se perciba como tal.
- El modo de vida en la captación es el único medio con el que cuenta para subsistir.
- Las dinámicas incluyen traslado y aislamiento de los vínculos anteriores con personas de confianza, por lo que efectivamente quienes le captaron y las demás víctimas son las únicas redes con las que contaba.
Comprender la situación que viven las víctimas de ciberdelitos sexuales desde esta perspectiva, permite comprender de qué manera se trabaja el “desenganche”. Desde el sentido común, las personas tienden a hablar con la víctima y tratar de explicarle por qué esas personas no le cuidan, por qué tiene que alejarse de ellas, etc. Estas intervenciones no tienen ningún efecto porque no atienden a ninguna de las realidades que viven las víctimas (mencionadas en los ejes arriba). Además, no permiten que las víctimas se sientan escuchadas y entendidas por quien interactúa con ellas; por el contrario, sienten que no se les entiende (lo cual es cierto) y se pierde la posibilidad de establecer un vínculo de confianza distinto y nuevo con otras personas de su entorno además de sus victimarios. Por lo tanto, para trabajar el desenganche de una víctima de explotación es necesario:
- Tener en cuenta que es un proceso y requiere tiempo.
- Antes que “decirle cosas”, es necesario construir un vínculo con la víctima. Esto significa escucharla, comprender lo que siente, creer lo que dice sin cuestionar, ni enjuiciar, ni dar consejos.
- Trabajar con las víctimas todos los duelos que afronta. Ha perdido gente que consideraba su grupo de pertenencia y sus relaciones de confianza y subsistencia; esto, lejos de ser cuestionado, tiene que ser acompañado como cualquier proceso de duelo.
- Una vez que se establece esta confianza inicial, el desenganche solo sucede si al mismo tiempo se le ofrecen alternativas. Ninguna víctima puede salir de esa situación si no encuentra espacios, actividades y personas que le hagan vivir y comprobar por medio de experiencias distintas a las vividas en el contexto de abuso y explotación, que puede construir un proyecto diferente.