o habrá dos casos iguales. Cuando se trata de una obligación con respecto a la integralidad de los derechos de una niña, niño o adolescente, será imposible contar con estrategias pre-elaboradas. El interés superior de la infancia y la adolescencia exige que cada caso sea valorado de manera individualizada, integral y proyectada en el futuro previsible.
Esto significa que la o el abogado de la niña, niño o adolescente deberá empezar su labor diseñando la estrategia del caso de manera integral y de manera multidisciplinaria. La estrategia legal será una parte de las acciones que necesita la niña, niño o adolescente. Si bien, la o el abogado estará seguramente más involucrado en esta parte del Plan de Restitución de Derechos, no debe ser ajeno a todo lo demás.
Esto es importante porque lo que pasa en lo legal forma parte de lo que pasa en la vida de la niña, niño o adolescente. Los procesos legales y sus consecuencias no pueden desarrollarse de manera desvinculada del resto de las acciones de protección y restitución. Adicionalmente la o el abogado como parte del equipo de la PPNNA debe estar atento a cualquier acción legal que sea requerida para hacer efectivos los diversos servicios que ordena el Plan de Restitución de Derechos o necesidades nuevas que surjan en su implementación.
La obligación de actuar como representante de niñas, niños y adolescentes establece que esta representación debe ser proporcional a las necesidades de cada caso. La representación suplente o coadyuvante no es una receta preestablecida. En particular, la representación coadyuvante requiere que la o el abogado actué de manera proporcional a la capacidad de la propia familia para ejercer representación. Cada caso exige un diagnóstico particular a fin de poder determinar el tipo y grado de representación que se requiere.
Finalmente, la o el abogado deberá construir una relación directa con la niña, niño o adolescente como parte del equipo multidisciplinario. Su relación también variará según cada caso. Habrá algunas situaciones en las que la relación deba ser primordialmente llevada por algún miembro del equipo especializado, posiblemente con formación psicológica. En otros casos, el interés y capacidad de la niña, niño o adolescente abre la posibilidad de que la o el abogado tenga una relación más directa con ella o él.
La conclusión es que cada caso requiere que se desarrolle una estrategia particular. Una vez realizadas las primeras acciones de carácter urgente, el equipo multidisciplinario deberá darse a la tarea de diseñar caso por caso cuál será la estrategia. En particular, el equipo deberá determinar:
A. El plan de restitución y el papel de la o el abogado dentro del mismo.
B. El tipo de representación legal que el caso requiere.
C. Definir la estrategia jurídica del caso.
D. Definir la relación de la o el abogado con la niña, niño o adolescente óptima para el caso.